Aprovecho este proyecto para sincerarme un poco.
La palabra límite, quizás es una palabra con la que más estoy batallando ahora mismo. Me encuentro en un momento de mi vida, en la que quiero abarcar muchas cosas y a todo le encuentro una barrera, por lo que he querido aprovechar esta actividad para representar mis límites.
En el primer dibujo, he utilizado la palabra límite como silla de escritorio, en la que está sentada una chica abatida de la rutina. Mi rutina suele dividirse entre la universidad, mis proyectos personales en las redes sociales y el trabajo. A parte, de tener tiempo para la família, pareja y amigos, como la mayoría de jóvenes.
En el siguiente dibujo, el límite simboliza una línea imaginaria que nos ponemos nosotros mismos, por ello, se encuentra en medio de dos personas que son la misma, como si fuera un reflejo.
Hablamos del límite como algo externo a nosotros/as, pero considero que la mayoría de veces, somos nosotros/as mismos/as los/las que nos ponemos límites a aquello que queremos conseguir.
Acerca del siguiente dibujo, he querido representar otra de las cosas que me agobian ahora mismo y que considero un límite; el tiempo. En este caso, he representado la palabra límite como el interior de un reloj de arena, que está atado.
El significado de este dibujo es básicamente que estamos atados al tiempo, es el único que tiene control sobre todo y del cual dependemos. Siento que ahora mismo quiero correr demasiado como si tuviera prisa por conseguir las cosas, como si más tarde no tuviera tiempo para hacerlo y creo que es un pensamiento bastante erróneo.
Este dibujo que a simple vista no lo parece, es una crítica al salario de la mayoría de jóvenes y como el trabajo y el sueldo digno es cada vez más difícil de conseguir. Aquí se ve representada la juventud como personajes de palo antes de la línea y el «límite» como el camino hasta el trabajo y sueldo digno.
Finalmente, sobre el último dibujo, he querido representar el límite como un cono, ya que ambos son barreras y depende de nosotros/as apartarlos o dejar que nos obstaculicen el paso.